Asuntos propios: qué son, cuántos te corresponden y cómo usarlos bien.

Los asuntos propios son un tipo de permiso laboral que permite al trabajador ausentarse de su puesto de trabajo para atender cuestiones personales, sin que ello suponga una baja médica ni se descuente de los días de vacaciones. Se trata de una herramienta muy útil para mejorar la conciliación entre vida personal y laboral, y aunque muchas personas conocen el concepto, no todos saben realmente cómo se regula, cuántos días corresponden o qué procedimiento hay que seguir para solicitarlos correctamente.

En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los días de asuntos propios: qué son, cómo funcionan en el sector público y privado, cuántos días puedes tener al año y qué debes tener en cuenta para solicitarlos sin problemas.

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¿Qué son los días de asuntos propios en el trabajo?

Los días de asuntos propios son jornadas laborales que el trabajador puede utilizar libremente para gestionar temas personales que no necesariamente tienen que estar vinculados con una urgencia médica o una causa familiar grave. Se caracterizan por no exigir una justificación específica, lo que los convierte en un recurso flexible que cada persona puede adaptar a sus necesidades del momento.

Entre los motivos habituales para solicitar estos días se encuentran: realizar trámites burocráticos, atender citas médicas no urgentes, acompañar a familiares, resolver gestiones bancarias o, simplemente, tomarse un respiro sin tener que justificarlo. Esta libertad hace que muchas personas los utilicen como un “comodín” para ajustar su calendario y mejorar su bienestar personal.

A diferencia de otros permisos laborales, los asuntos propios no responden a una causa concreta ni requieren documentación. Esto no significa que no deban comunicarse a la empresa, pero sí que el trabajador tiene la autonomía de decidir cómo emplearlos.

¿Cuántos días de asuntos propios me tocan según la ley?

En el caso del sector privado, la legislación laboral en España, a través del Estatuto de los Trabajadores, no fija un número específico de días de asuntos propios. Es decir, no existe una cantidad mínima o estándar a nivel estatal. Por eso, la cantidad de días a los que puede acceder cada trabajador depende del convenio colectivo de su sector, del acuerdo individual con la empresa o de lo establecido directamente en su contrato de trabajo.

Algunos convenios otorgan entre 1 y 3 días anuales, mientras que otros más generosos pueden ofrecer hasta 5 o incluso más, especialmente si se tiene en cuenta la antigüedad. En sectores como el del metal o la banca, se suelen incluir más días. En cambio, en el ámbito de la hostelería, donde la demanda de personal es muy alta durante ciertos periodos del año, estos días suelen ser más limitados.

Por ejemplo:

  • En Madrid, el convenio de hostelería contempla 2 días de asuntos propios al año.
  • En Cataluña, algunos convenios pueden establecer hasta 5 días anuales, dependiendo del puesto o la antigüedad.

Por eso es importante consultar siempre el convenio colectivo que te corresponde, ya que cada uno puede establecer condiciones diferentes. También es recomendable revisar el contrato individual, ya que puede contener mejoras con respecto al convenio.

¿Son retribuidos los días de asuntos propios?

En muchos casos sí, aunque no en todos. Si los asuntos propios están recogidos como un derecho dentro del convenio colectivo o el contrato, lo habitual es que sean permisos retribuidos, es decir, que se cobra el salario de forma habitual incluso si no se trabaja ese día.

Sin embargo, no todas las empresas o sectores los consideran así. Algunas organizaciones optan por permitir estos días, pero sin remunerarlos, o establecen que se concederán sin salario en caso de que se utilicen fuera de lo previsto. Por ello, es esencial verificar si están considerados como tiempo efectivo de trabajo en la normativa que aplique en tu caso.

También es posible que la empresa limite su uso a determinadas épocas del año, o que condicione su concesión a que no se solapen con otras ausencias dentro del mismo equipo de trabajo.

¿Los días de asuntos propios se pueden acumular de un año a otro?

Por norma general, no. Los días de asuntos propios tienen una vigencia anual, lo que significa que deben usarse dentro del mismo año natural. Si no se utilizan, se pierden. No se acumulan ni generan derechos para años posteriores, a menos que el convenio colectivo indique lo contrario, algo que no suele ser habitual.

Esto quiere decir que si a lo largo del año no has necesitado usarlos, puedes emplearlos en los últimos meses para hacer gestiones pendientes, planificar una escapada o simplemente desconectar. Lo importante es que no dejes pasar la oportunidad si tienes esos días disponibles.

¿Cómo se solicitan los asuntos propios en la empresa?

Aunque no requieren una justificación formal del motivo, sí hay que seguir un procedimiento básico para pedir días de asuntos propios, y suele estar descrito en el reglamento interno de la empresa o en el convenio correspondiente.

Los pasos más comunes son:

  1. Avisar con antelación suficiente, normalmente entre 24 y 48 horas antes de la fecha deseada.
  2. Presentar la solicitud por escrito, ya sea mediante un formulario oficial o a través de correo electrónico. Esto te permitirá dejar constancia de la petición.
  3. Esperar confirmación de parte del responsable o del departamento de RRHH. Aunque suelen concederse sin problema, la empresa puede negarse por motivos operativos.

Es recomendable que tu solicitud sea clara, breve y concreta en cuanto a fechas. Aunque no sea obligatorio detallar el motivo, una comunicación cordial puede facilitar la aprobación.

como solicitar asuntos propios

¿Pueden rechazar mi solicitud de asuntos propios?

Sí. Aunque tengas derecho a disfrutar de tus días de asuntos propios, la empresa puede denegar tu solicitud si existen razones organizativas justificadas, como exceso de ausencias en un mismo periodo, picos de trabajo o necesidad de cubrir turnos esenciales.

En esos casos, la negativa debe estar debidamente justificada y comunicada al trabajador. Si crees que la denegación no se ajusta a lo que dice tu convenio o contrato, puedes negociar una alternativa o, si es necesario, acudir a los representantes legales de los trabajadores o a un asesor laboral.

Asuntos propios en el sector público

En el sector público, los días de asuntos propios están claramente regulados. Son conocidos como «días de asuntos particulares» o, coloquialmente, «moscosos».

Según el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), los funcionarios tienen derecho a 6 días de asuntos propios al año, a los que se pueden añadir días adicionales por antigüedad o como compensación por otros conceptos (como la no utilización de días libres durante campañas intensas).

Estos días suelen gestionarse a través de plataformas internas de la administración y deben ser solicitados también con antelación. Al igual que en el sector privado, no requieren justificar el motivo, pero su concesión puede estar sujeta a las necesidades del servicio.

Preguntas frecuentes sobre los asuntos propios

¿Puedo usarlos para ir al médico?
Sí, aunque algunas empresas tienen permisos específicos para consultas médicas. Si no es el caso, puedes usar un día de asuntos propios sin necesidad de justificar.

¿Puedo unirlos con las vacaciones?
Depende. Algunas empresas permiten juntar los días de asuntos propios con las vacaciones, mientras que otras establecen que deben disfrutarse de forma separada. Consulta tu convenio y habla con tu superior directo.

¿Es obligatorio justificar el motivo?
No. Justamente, una de las principales características de los días de asuntos propios es que no necesitas explicar para qué los vas a usar.

Aprovecha los asuntos propios para tu bienestar

Los días de asuntos propios son un recurso clave para gestionar tu tiempo y mejorar tu calidad de vida. Aunque su número y condiciones dependen del convenio colectivo y del tipo de empresa, conocer bien cómo funcionan te permitirá sacarles el máximo partido. No olvides revisarlos cada año, planificarlos con cabeza y utilizarlos de forma estratégica.

Ya sea para atender asuntos personales, desconectar del trabajo o simplemente tener un día para ti, estos permisos son una herramienta a tu disposición. Úsalos bien, y contribuye a un mejor equilibrio entre lo profesional y lo personal